Un bebé es prematuro si ha nacido antes de las 37 semanas de gestación. Requiere en principio un control profesional, y a partir del alta cuidados especiales en el hogar, particularmente durante su primer año de vida
Alta hospitalaria
Una vez que el bebé ya puede respirar sin ayuda, alcanza un peso adecuado, no requiere del calor de la incubadora, puede alimentarse por succión y el médico considera que ha salido de las situaciones de riesgo, estará en condiciones para recibir el alta e irse a su hogar
Alimentación
- El alimento ideal de todo bebé es la leche materna
- Su médico le indicará la cantidad de leche que debe consumir su bebé, ya que podría necesitar algunos aditamentos (esto dependerá de la evolución del prematuro)
- El prematuro deberá hacer tomas más pequeñas en intervalos más continuados, pues sus músculos de succión son más débiles
- En caso de la alimentación con biberón, puede utilizarse una tetina más blanda de lo habitual
- Si el bebé cambia de color y detiene su respiración mientras se alimenta, se deberá parar la succión, incorporarlo y estimularlo con golpes en la espalda
Baño
- Durante las dos primeras semanas no es aconsejable el baño diario, en esos días bastará con limpiarle con una gasa o algodón humedecido en agua tibia
- Limpie la cara, manos, y los pliegues donde puedan encontrarse restos de leche o suciedad
- Realice esta tarea en la habitación más cálida de la casa y tenga a la mano todos los materiales de aseo
- Busque asistencia
- Lave con toques suaves
- El ombligo del bebé deberá ser curado tres veces al día (una curación después del baño). Para ello, deberá limpiar con gasa y alcohol de 70° alrededor del ombligo. Secar
- Se recomienda bañar al bebé completamente una vez que se haya caído el cordón
- El baño deberá ser rápido. Empiece por la cabeza (desde la frente hasta la nuca), una vez aseada esta zona, secar y luego lavar el cuerpo del bebé
Sueño
Los recién nacidos suelen dormir entre 16 y 18 horas diarias, y los prematuros incluso más. Para dormir, hay que colocar al bebé boca arriba (salvo que el médico indique otra postura)
- Compruebe que no haya ningún juguete u otro objeto dentro de la cuna
- La habitación deberá tener los objetos básicos
- La limpieza deberá realizarse sin levantar polvo
- La temperatura de la habitación deberá ser agradable y cálida
- Es conveniente que las personas que conviven con el niño estén vacunadas
Signos de alarma
Para detectar mejor cualquier problema y saber cuándo se debe consultar al médico, los especialistas recomiendan observar siempre al bebé para conocerlo.
- Cambio en su respiración
- Si el niño no está aceptando su alimento como solía hacerlo
- Cambios pronunciados en el color de piel
- Si no tolera el alimento o lo vomita
- Deposiciones abundantes, es decir si el bebé hace más de lo que acostumbra, o si hace incluso cuando no está lactando
- Llantos prolongados
Recomendaciones generales
- Evite los cambios bruscos de temperatura
- Vigile su alimentación y su peso
- Evite los ambientes con mucha gente
- Lávese las manos con frecuencia
- Utilice pañuelos desechables
- Limpie y desinfecte los juguetes, así como el entorno más cercano al bebé