Durante el verano realizamos muchas actividades al aire libre, lo que intensifica nuestra exposición al sol y el impacto que la radiación solar pueden tener sobre la piel. Por ello, es fundamental cuidar nuestra piel los 365 días del año y estar atentos ante la aparición repentina de lunares con diversos tonos y formas, y con aquellos que comienzan a generar picazón o algún tipo de molestia. En el marco de la reciente conmemoración del Día del lunar, que se celebra cada primer domingo de febrero, el Dr. Carlos Sordo, dermatólogo de nuestra clínica, nos brinda valiosa información acerca de los lunares.
- Es normal que a los niños les salgan lunares durante el desarrollo. Los lunares pueden estar presentes desde el nacimiento o aparecer a lo largo de la vida. Es normal que surjan durante el desarrollo, pero guardando proporción y simetría. Cuando el lunar crece de manera descontrolada, cambia de color o presenta otras tonalidades, o su simetría y bordes se alteran, sangra, pica o duele, se aconseja que el niño sea examinado por un dermatólogo.
- Los lunares, así como cualquier parte de la piel, son susceptibles de sufrir una irritación o heridas debido a la fricción o a un traumatismo local que altera su apariencia. Sin embargo, esto no significa que con el tiempo se malignice. Ante cualquier alteración de un lunar es mejor acudir al especialista.
- Los lunares pueden aparecer tanto en la piel como en las mucosas. Los que aparecen en las palmas de las manos o las plantas de los pies generalmente pasan desapercibidos; la mayoría pertenece a un tipo de lunar que puede crecer rápidamente y, en algunos casos, malignizarse. Por ello, es conveniente fijarse en ellos y, si notas alguna variación, buscar orientación médica.
- No todo lunar que pica es maligno. Si bien es cierto que el escozor puede ser un síntoma de alarma, también puede deberse a factores irritativos como el sudor o la fricción, o que el lunar está creciendo. Siempre hay que investigar si se asocia a otros síntomas o signos de alarma. En todo caso, es mejor que sea evaluado por un dermatólogo.
- Aplicar una gran cantidad de bloqueador no asegura que nuestra piel esté bien protegida. Debemos usar el bloqueador en cantidad y frecuencia adecuadas, replicándolo cada 2 o 3 horas, además de poner en práctica todas las otras medidas de fotoprotección (no exponerse al sol entre 11:00 a.m. a 4:00 p.m., usar gafas, utilizar sombreros de ala ancha, vestir ropa de algodón, etc.). Las personas que tienen muchos lunares, con mayor razón, deben usar bloqueador los 365 días del año para evitar el daño que causa la radiación solar.
Recuerda:
No debemos preocuparnos por tener lunares, solo hay que vigilarlos para detectar en forma precoz cualquier cambio en su forma y apariencia. Revisa tu piel una vez al mes, sobre todo durante el baño, y no olvides acudir a tus chequeos dermatológicos con frecuencia.
Dr. Carlos Sordo
Dermatólogo de la Clínica Ricardo Palma