A nadie le gusta que le rompan el corazón. Los tiempos han cambiado mucho y la forma de relacionarse también. Antonella Galli, psicóloga de nuestra clínica, nos explica qué son las relaciones líquidas y cómo esta tendencia cada vez es más frecuente entre los jóvenes y adolescentes, quienes no quieren compromisos y responsabilidades que los aten.

¿Qué son las relaciones líquidas y por qué se están volviendo tan comunes?

• Fragilidad de los vínculos: En la actualidad, desarrollar relaciones permanentes se ha vuelto más difícil, y los vínculos son extremadamente frágiles. Las nuevas generaciones prefieren ir por el mundo libres, sin tener que dar explicaciones a una pareja. De esta manera, evitan desilusiones, dependencias emocionales y se centran únicamente en experiencias placenteras, aunque fugaces.
• Cultura de la inmediatez: Los más jóvenes han crecido en un mundo donde la inmediatez es la norma. Son conscientes de que la vida puede cambiar en cualquier momento y que existe una infinidad de formas de relacionarse sin entregarse afectivamente al 100%. Esto les permite evitar el duelo de la ruptura por perder la conexión con alguien a quien aman, resultándoles una opción más práctica y funcional.

Las relaciones líquidas no son intrínsecamente buenas ni malas. Si ambas partes están de acuerdo en buscar solo diversión y disfrute sin ningún tipo de compromiso, pueden funcionar sin problemas. Sin embargo, si una de las personas desea algo más formal, la relación puede volverse tóxica. Por eso, es esencial hablar con honestidad y franqueza desde el principio.

¿Por qué las relaciones líquidas pueden ser dañinas?

• Falta de cimientos sólidos: En una relación líquida no hay bases firmes de confianza y apoyo para formar un proyecto de pareja a mediano o largo plazo. Estas relaciones se caracterizan por romperse ante cualquier excusa o pretexto. No existen obligaciones de dar explicaciones, frecuentarse, llamarse o conocer a los amigos o la familia. El objetivo es únicamente la satisfacción y el placer.
• Desconexión emocional: Básicamente, son dos personas que se vinculan cuando les apetece y luego se desconectan. Este tipo de relaciones se ha puesto de moda entre personas jóvenes que carecen de madurez emocional y prefieren no esforzarse por construir un vínculo sólido y fuerte con alguien que les atrae.

Recuerda:

Aunque estas relaciones puedan parecer atractivas por su falta de compromiso, es crucial pensarlo bien antes de involucrarse en una relación de este tipo. Sin una comunicación clara y expectativas alineadas, las relaciones líquidas pueden causar daño emocional a largo plazo.

Antonella Galli
Psicóloga de la Clínica Ricardo Palma