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22 de abril del 2022
Los cálculos renales o piedras en los riñones, son depósitos sólidos formados por la cristalización de sales y minerales que contiene la orina, siendo los de calcio los más frecuentes. Pueden aparecer uno o más cálculos al mismo tiempo, afectando los riñones hasta la vejiga. Dicha patología es más frecuente en hombres que en mujeres y al cumplir los 40 años la incidencia aumenta considerablemente; también se presenta en niños y adolescentes pero con menor frecuencia. En esta oportunidad, el Dr. Augusto Saavedra, nefrólogo de la Clínica Ricardo Palma, nos brinda mayor información sobre el tema.
Factores de riesgo
Se tiene factores de riesgo modificables y no modificables:
No modificables:
Modificables:
Síntomas
El síntoma más común es el cólico nefrítico; dolor habitualmente intenso y fluctuante, que se origina como consecuencia de una obstrucción en las vías urinarias a causa de los cálculos. Este no se alivia en ninguna postura ni posición antálgica determinada.
Otros síntomas presentes son:
Diagnóstico
Se diagnostica la presencia de cálculos por medio de los síntomas clínicos y análisis de la orina. Además, se puede saber la situación en la que se encuentra la piedra, el tamaño y la repercusión con métodos de imagen como: ecografía, radiografía simple de abdomen y urotomografía sin contraste. Por otro lado, es importante hacer el diagnóstico de la causa de formación de los cálculos para iniciar el tratamiento respectivo a largo plazo.
Tratamiento
Si bien no existe tratamiento médico para disolver la piedra formada, está el tratamiento de la causa de la formación de los cálculos, el cual se determina luego de realizar los respectivos análisis de sangre y orina. Para ello, se indicarán determinados medicamentos además de algunas modificaciones en la dieta, como incrementar la toma de agua por lo menos a dos litros al día permanentemente. Por otro lado, cuando el cálculo ya existe y el paciente no lo puede eliminar por vía urinaria espontáneamente, ayudado de analgésicos y otros productos, debe extraerse por algún método quirúrgico.
Es importante que el paciente esté seguro de haber eliminado el cálculo luego de un episodio de cólico o comprobado que no tiene una piedra en la vía urinaria. Caso contrario, la obstrucción prolongada puede terminar malogrando el riñón correspondiente, hasta perder su función.
Dr. Augusto Saavedra
Nefrólogo de la Clínica Ricardo Palma