“La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel, de evolución crónica y que cursa con brotes. Generalmente estos eczemas mal definidos (reacciones rojizas de la piel), van desde estados húmedos hasta lesiones netamente secas, costrosas y gruesas. Los niños que la padecen requieren la atención de un especialista, a fin de que reciban el tratamiento oportuno”, comenta la Dra. María Luisa Téllez, médico dermatóloga de nuestra clínica.
¿Qué síntomas causa y en qué partes del cuerpo se manifiesta la dermatitis atópica?
Los síntomas prevalentes son: abundante escozor y sequedad de la piel, sin embargo, pueden variar dependiendo si se da en un lactante, infante o adolescente. En los lactantes se da con mayor frecuencia en las mejillas; en los infantes en los pliegues, flexuras, dorso de las manos y los pies; y en los adolescentes alrededor de la cara, de los párpados y en el cuello.
¿Qué tipo de productos se suelen indicar en el tratamiento de la dermatitis atópica?
- El principal problema de la dermatitis atópica es la resequedad, por ello en su tratamiento se suelen indicar emulsiones hidratantes tipo emolientes para mantener hidratada la piel, sobre todo después del baño, así ayudamos a restaurar la barrera cutánea. Si el escozor es abundante el especialista prescribirá antihistamínicos sedant.
- Para reducir la inflamación, se recurrirá al uso de corticoides (de potencia suave a moderada, dependiendo de las zonas de las lesiones).
- Los inhibidores de la calcineurina complementan el tratamiento y, sobre todo, ayudan en la etapa de mantenimiento y a evitar recaídas.
Recomendaciones de la especialista:
- Cortar las uñas del menor de modo habitual, así evitaremos que se dañe la piel al rascarse, disminuyendo la posibilidad de infecciones que suelen ser comunes en estos casos.
- El niño debe usar prendas de algodón. Se debe evitar las fibras sintéticas, sobre todo polares.
- La vestimenta debe ser holgada, que permita al niño mantener una temperatura moderada. El excesivo calor o frío, sequedad o humedad pueden desencadenar nuevos brotes.
- Descartar otro tipo de enfermedades como el asma, alergias alimentarias, entre otros, a fin de darles el tratamiento respectivo.
- Reducir el estrés, ya que induce cambios inmunológicos y puede exacerbar la afección.
- Evitar el uso de productos irritantes (limpiadores cutáneos, jabones alcalinos, lociones, colorantes, detergentes), el agua a alta temperatura al momento del baño, así como los climas con temperaturas extremas (humedad o sequedad excesiva)
- Optar por el uso de aceites de baño, limpiadores de pH neutro y baños con avena coloidal.
- Tener en cuenta cuidar que el niño no contraiga infecciones agregadas por bacterias, hongos y virus, de ser así darles tratamiento inmediato.
Dra. María Luisa Téllez
Médico dermatóloga de la Clínica Ricardo Palma