Gran cantidad de pacientes desarrollan en conjunto rinitis alérgica y asma alérgica. Dentro de los múltiples desencadenantes de crisis asmática y del inadecuado control del asma está la rinitis alérgica no controlada. En esta oportunidad, la Dra. Fátima Ortega, neumóloga de la Clínica Ricardo Palma, nos brinda mayor información sobre el tema.

La alergia

Es una condición que puede afectar varios sistemas del organismo y se produce cuando este genera una respuesta exagerada y anormal al exponerse a determinados factores ambientales, alimentarios, entre otros.

• Rinitis alérgica

Afecta la vía aérea superior, nariz y garganta, provocando la inflamación de la mucosa nasal.

• Asma alérgica

Afecta la vía aérea inferior, es decir la tubería bronquial, con la consecuente producción de moco, tos, sibilancias y opresión torácica.

Diagnóstico

Ante la presencia de tos, flema, sibilancias, dificultad respiratoria u opresión torácica, se realiza una adecuada evaluación clínica. Posteriormente, se lleva a cabo la espirometría, prueba de función pulmonar no invasiva, que permite determinar de manera objetiva la capacidad respiratoria de cada persona y así confirmar el diagnóstico de asma.

Tratamiento

• Uso de inhaladores controladores y de alivio rápido. Su uso es fundamental para controlar el asma y evitar crisis que comprometen su calidad de vida y, en ocasiones, hasta la vida.
• Control de factores ambientales o desencadenantes alimentarios. Es importante evitar la exposición al ácaro, moho, polen o algún otro desencadenante para disminuir la probabilidad de crisis.

Recomendaciones

Es importante consultar al médico especialista en caso de tos persistente, asociado o no a dificultad respiratoria, sibilancias u opresión torácica; de esta manera se le brindará el tratamiento adecuado según su necesidad.

Dra. Fátima Ortega
Neumóloga de la Clínica Ricardo Palma