“Los cambios y las nuevas situaciones que debe afrontar el adolescente y a las que debe adaptarse, pueden producirle dolor emocional. Si no comprendemos estas situaciones no tendremos una buena comunicación con nuestros hijos. El adolescente se cuestiona si será aceptado, quién es, quién quiere ser, desea probar nuevas experiencias, pues va elaborando su identidad e incluso se plantea el sentido de la vida”, señala Carmen Bravo de Rueda, psicóloga de nuestra clínica, quien nos brinda algunas claves para afrontar esta etapa.

¿Qué situaciones difíciles podrían tener que afrontar nuestros hijos adolescentes?  

Por ejemplo, el bullying si no crece tanto como los amigos; el rechazo de la persona de quien se enamora; el cambio en su físico, a veces desproporcionado; el afán por encajar en el grupo de sus congéneres, etc.

Por dónde empezar:

• Es importante que los padres comprendan que su hijo adolescente se encuentra en una fase intermedia: ya no es un niño, pero tampoco un adulto y no debe ser tratado como tal.
• Los padres deben esforzarse por entender que esta etapa es trascendental para el menor, ya que tiene un sinfín de dudas y puede cometer muchos errores. Por ello, necesita padres estables y cercanos en los que pueda apoyarse sin temor a la crítica o al castigo.

Recomendaciones para los padres:

• Evalúen su actitud. Los padres muchas veces se oponen, incluso con castigos, cuando sus hijos quieren salir con los amigos o cuando no quieren hacer las tareas del hogar. Sin embargo, ambas actitudes los van a ayudar en su vida futura: desenvolverse en sociedad y rechazar circunstancias que no les gustan, a no ser personas pasivas.
• Sean firmes, pero amorosos y asertivos. Tener en cuenta los sentimientos de su hijo, escucharlo. Pueden intentar convencerlo, negociar o hacerle ver las consecuencias de sus acciones, pero no forzarlo.
• Traten de entenderlo. Quítense la idea de que actúa por capricho o rebeldía. La adolescencia es una etapa compleja en la vida de cualquier ser humano.
• No sean tan estrictos. No le impongan castigos fuertes o límites inflexibles, tampoco se burlen de él o ella. Recuerden que está aprendiendo a desarrollar habilidades y destrezas en todos los ámbitos sociales y es clave que tenga una buena autoestima.
• Sepan ser guías. No sean padres muy permisivos o aquellos que quieran enseñarles a sus hijos cómo es la vida. Lo ideal es guiar, apoyar y acompañar, dejando que aprendan de sus errores y corrigiéndolos cada vez que sea necesario.

Recuerden:

Aprovechen este verano para generar una conexión especial con sus hijos. Con constancia y amor pueden desarrollar un vínculo especial que dure toda la vida.

Carmen Bravo de Rueda
Psicóloga de la Clínica Ricardo Palma