“El tratamiento de este síndrome requiere de un manejo multidisciplinario. En la Clínica Ricardo Palma contamos con las especialidades claves como la neurología pediátrica, psiquiatría infantil, psicología y la rehabilitación, principalmente del área del lenguaje, del manejo conductual y de las emociones. Así, brindamos orientación especializada y el soporte necesario a los padres y familiares, para que cuenten con las herramientas adecuadas y ayuden a sus niños a sobrellevar esta condición”, sostiene la Dra. Pamela Muñoz, neuróloga pediatra de nuestra clínica.
¿Qué es el síndrome de Asperger?
Es un tipo de autismo de alto funcionamiento. Generalmente, este trastorno generalizado del desarrollo se manifiesta entre los 3 a 5 años de edad, y muchos padres ni siquiera lo notan hasta que el menor ingresa al colegio.
Primeras señales en un bebé:
- No mantiene un contacto visual sostenido con las personas
- No voltea al llamado por su nombre ni señala los objetos alrededor
- Es muy sensible a los ruidos o texturas
- No utiliza sus juguetes con un propósito, solo los mira o los tira
- Tarda en hablar, su lenguaje es muy breve. También, tarda en caminar
Rasgos que definen a un niño con Asperger:
- Escasas habilidades sociales y poca relación con la familia y su entorno
- Falta de empatía e intolerancia a los cambios de rutina
- Su atención se fija en un tema específico e investiga con detalle sobre este
- No muestra expresiones faciales como reacción a las emociones del resto
- A veces le cuesta entender el lenguaje verbal y no verbal. No entiende las bromas
- Es ritualista, tiene poca flexibilidad de pensamiento, debe cumplir las normas.
- Usa un lenguaje extremamente formal, con un extenso vocabulario y entonación curiosa
- Posee una memoria excepcional y puede ser muy inteligente
- Presenta deficiencias motoras, tarda en correr o aprender a montar bicicleta
- Muestra dificultades en la motricidad fina, algunos tuvieron tono muscular bajo de pequeños
Recomendaciones para los padres:
- Reforzar el contacto ocular, felicitando al pequeño cuando mira a los ojos y estimularlo a hacerlo
- Practicar en casa situaciones sociales “tipo”, para luego practicarlas fuera, elogiando a su niño si ha tenido una interacción social adecuada
- Explicarle los refranes comunes, en qué consiste una broma
- Alentar al niño a observar lo que hacen sus compañeros, conversar con él sobre esas situaciones sociales e imitarlas en otra ocasión
- Ayudarle a calmarse por sí mismo, a relajarse ante situaciones que puedan ser agobiantes
- Promover el desarrollo del lenguaje, alentándolo a expresarse
Dra. Pamela Muñoz
Neuróloga pediatra de la Clínica Ricardo Palma