¿Cómo hacerlo? Lo primero que necesitan los padres es tener paciencia

No ir al colegio, no jugar con los amigos, como antes, y estar todo el día en casa origina que los niños no liberen toda su energía. Si esto no los afectara, no habría problemas, pero la realidad es que sí. Por ello, si notas señales como hiperactividad, ansiedad, rabietas en exceso o desesperación en tu hijo, no le grites o le digas: “¡No seas tan exagerado!”, “¡basta!”, “¡quédate quieto por favor!”. Haz todo lo contrario: busca la forma de canalizar de manera positiva toda esa energía contenida

¿Cómo lo conseguirás? Antonella Galli, psicóloga de nuestra clínica, nos brinda los siguientes consejos:

• Vayan al parque. Pueden ser a dar un paseo o quedarse unos minutos. Como no podrá jugar con sus amigos, tú debes estar dispuesto a jugar con él. Puede que estés cansado, pero haz un esfuerzo, es por el bienestar de tu pequeño
• Bailen un rato. Esta actividad armoniza sus movimientos y le ayuda a mejorar su comportamiento a nivel social. Pregúntale qué canción le gusta y pasen un buen momento juntos
• Jueguen en familia. Pueden optar por los juegos tradicionales como las escondidas, las chapadas o el congelado. También puede ser monopolio, jenga, damas, etc. Todo vale
• Realicen quehaceres del hogar. Pueden poner música de fondo y limpiar la casa, tender las camas, recoger la mesa. Las actividades deben ser según la edad que tenga tu hijo

Por último, nuestra especialista recomienda evitar castigar a los niños, reprenderlos y etiquetarlos (“es un chico terremoto”), ya que con esto estamos criticando y afectando su autoestima

Dra. Antonella Galli
Psicóloga de la Clínica Ricardo Palma

Fuente: Diario Trome